Descubre tu tipo de piel facial

La mayoría de las personas queremos un cutis perfecto, pero no todos sabemos cómo cuidarlo. Conocer cuál es tu tipo de piel ayudará a prevenir imperfecciones y evitar marcas permanentes.

Por más fácil que parezca, el cuidado de la piel es un asunto complejo. Es muy importante cuidar nuestra piel porque todos los días está expuesta al polvo, la contaminación, al sol o a los diferentes cambios de clima, causando un desgaste en nuestra piel. Dependiendo de las características de tu tipo de piel se necesitan productos y tratamientos específicos para procurar una piel saludable.

Los principales riesgos de no cuidar la piel son: cáncer en la piel, aparición prematura de arrugas y líneas de expresión, manchas, sequedad, sensibilidad cutánea, perdida de elasticidad e imperfecciones como barros y espinillas.

Afortunadamente, 8 de cada 10 mexicanas usa productos para la piel, de las cuales sólo el 12% va al dermatólogo. Según Forbes, menciona que las rutinas para el cuidado de la piel también cambiaron, pues antes de la pandemia utilizaban en promedio 3.4 productos y desde el 2022 rondan en 9.4 productos.
Es importante conocer el tipo de piel para su tratamiento adecuado. Si se mantiene una rutina acertada, se podrá retrasar los signos del envejecimiento en el tiempo, sentir un cutis fresco, suave y libre de imperfecciones.
En este blog conocerás los tipos de piel que existen y algunos consejos para potencializar tu rutina diaria de Skin Care y así fortalecer la barrera cutánea.

Tipos de piel

Desde el punto de vista cosmético, la piel se clasifica de acuerdo a varios factores de los que va a depender su equilibrio: descamación, secreción sebácea, hidratación y nivel de sensibilidad. Almirral nos comenta que el tipo de piel viene determinado por la genética, aunque también se verá afectada por otros factores como la edad, las agresiones externas, la temperatura y la humedad ambiental. Los tipos de piel son:

Grasa. La piel grasa tiene tendencia a producir más sebo y a tener más brillo en la piel. En general verás que tienes los poros más abiertos y tendencia a tener puntos negros, espinillas y granitos.
Seca. La piel seca tiene carencia de producción de sebo, por ello no consigue mantener los niveles de hidratación que necesita la piel y tiene tendencia a la descamación y a las rojeces. Si tienes este tipo de piel verás que suele perder su elasticidad por deshidratación, se ve apagada, lo que provoca el envejecimiento prematuro de la piel y pequeñas arrugas en el contorno de los ojos y líneas de expresión.
Normal. Este tipo de piel no es grasa ni seca, puede ser que a veces sientas más sequedad o grasa facial, pero esto sucede debido a los cambios de temperatura.
Mixta. La piel de la zona T, que incluye la frente, la nariz y la barbilla. Estas zonas son más grasosas que otras partes del rostro. Tienden a desarrollar impurezas y a un exceso de brillo, ya que las glándulas sebáceas son más activas. En cambio, la zona de las mejillas es normal o incluso seca.
Sensible. La piel sensible no destaca por ser de base más o menos grasa, sino que depende de factores externos como el frío y el viento, o de factores internos como la edad y la genética, y suele ser más sensible a los cambios. Si identificas que te salen rojeces, imperfecciones o irritaciones al estar expuesta, entonces probablemente tu piel sea sensible.

¿Qué rutina hacer para el cuidado de mi piel?

Para que tu piel luzca sana y radiante es importante tener en cuenta lo siguiente:

Limpieza del rostro. Las impurezas, la contaminación y la propia grasa que genera la piel puede acabar obstruyendo los poros e impidiendo que la piel del rostro respire correctamente. Para que esto no suceda, se debe tener muy presente la importancia que tiene realizar una buena limpieza facial y tomarlo como un hábito al empezar y terminar tu día.
Hidratación o humectación. Es recomendable usar las cremas humectantes antes de los 20 años, pues sirve para mantener la humedad natural de la piel, creando una capa protectora en ella. En el caso de las cremas hidratantes se recomiendan a partir de los 20 años, ya que es un producto que aporta agua a las células. Cuando la piel se encuentra hidratada, se muestra más luminosa, flexible, suave y elástica. Asimismo, si se sigue un tratamiento continuo, se consigue retrasar el envejecimiento. Recuerda que dependiendo del tipo de piel es el producto indicado que debes de usar.
Sérums. Son de textura ligera y cuentan con una alta concentración de ingredientes activos de rápida actuación. Es ideal para complementar la acción de las cremas de día y de noche ya que potencia los efectos de estos tratamientos.
Protector solar. La piel y en especial la de nuestro rostro, es muy delicada y debe protegerse todos los días para evitar que se pueda dañar severamente. Usar protector solar todos los días será la clave para evitar las marcas y envejecimiento prematuro. Para contrarrestar los efectos del sol, también es importante que tipo de protector usar.
Desmaquillante. Quitarse el maquillaje diario es fundamental para hacer todos los días antes de dormir. Pues al realizar esta actividad no solo se limpia la piel del rostro, sino que se libera de los residuos contaminantes, retrasando los signos del envejecimiento.

En resumen, una buena rutina de la piel que incluya limpieza, hidratación y protección solar es necesaria tengas el tipo de piel que tengas. Todos tenemos tipos de piel diferente, por eso te recomendamos que visites a un dermatólogo para que uses los Productos Derma adecuados.

Consejos extras para ayudar a tu piel

Dormir bien. Nuestro sistema inmunitario emplea el tiempo de sueño para regenerarse, lo que le permite luchar con eficacia contra las toxinas y las enfermedades. Así también se verá reflejado en tu piel.
Comer correctamente. Los principios activos que necesita la piel para mantenerse sana son vitaminas, minerales, proteínas, ácidos grasos esenciales y antioxidantes. Al alimentarte de manera correcta tu piel se verá más sana y con más luminosidad.
Mantenerse hidratado. El agua es esencial para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Cada célula de nuestro cuerpo depende del agua para llevar a cabo sus funciones adecuadamente. Esto nos ayuda a mantener una correcta hidratación cutánea, ayudándonos a tener una piel más cuidada y mejor protegida ante la pérdida de elasticidad.
Hacer ejercicio. La práctica de ejercicio contribuye a eliminar las toxinas del organismo, pues hacer actividades físicas y sudar favorece a la eliminación de suciedad, previniendo las imperfecciones en la piel al generar sudor al realizar actividades físicas.

Recuerda que a medida que pasan los años, la piel empieza a tener diversas necesidades y se muestra más desprotegida. La elección de los productos apropiados para limpiar, proteger, nutrir y reparar la piel en cada una de estas etapas contribuirá a mantenerla sana y asegurará que se vea y se sienta lo más natural, independientemente de la edad.

En Farmacias Roma nos importa tu bienestar, consiente y cuida tu piel con la Línea Derma que tenemos para ti. Escríbenos o comenta si te gustó el blog. Recuerda… Somos más que una farmacia.