Todo lo que debes saber sobre el Hígado Graso.
Por: Dra. Joanna Sotorriba
Hígado graso. Por lo general cuando hablamos del hígado, solemos pensar en enfermedades como la hepatitis, o la cirrosis hepática, como los padecimientos más conocidos en este órgano. Sin embargo, de acuerdo con la Secretaría de Salud, entre un 20 y 30% de la población mundial sufre de problemas de hígado graso.
Este mes, que se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad por Hígado Graso (12 de junio), daremos un repaso por sus características, algunas causas y consecuencias, y, sobre todo, qué podemos hacer para prevenir este padecimiento.
¿Para qué sirve el hígado?
El hígado es un órgano vital ubicado en la parte superior derecha de la cavidad abdominal. Además de ser el órgano más grande del cuerpo, desempeña una variedad de funciones esenciales para mantener nuestro cuerpo en equilibrio, como regular los niveles químicos en la sangre y excretar la bilis, un producto que ayuda en la descomposición y digestión de las grasas.
Cuando el hígado descompone las sustancias nocivas que ingresan a nuestro cuerpo, los desechos se eliminan a través de la bilis o la sangre, y se dirigen al intestino, para finalmente, ser excretados en las heces, mientras que los desechos sanguíneos se filtran en los riñones y se eliminan en forma de orina.
Sin embargo, el hígado no está exento de enfermedades, y una de las condiciones más comunes es la enfermedad hepática por hígado graso. Esta enfermedad es el resultado de varios factores de riesgo, como el sobrepeso, la obesidad, la dislipidemia, la resistencia a la insulina y la diabetes mellitus tipo 2. Estos factores, conceptualmente asociados con el Síndrome Metabólico, pueden desencadenar complicaciones tanto hepáticas como cardiovasculares, aumentando la morbilidad y la mortalidad.
Es crucial identificar y tratar esta enfermedad, ya que la acumulación de grasa en el hígado puede progresar hacia la inflamación, la fibrosis, la cirrosis y sus complicaciones, e incluso aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.
Entonces, ¿qué sucede cuando el hígado está graso?
La enfermedad por hígado graso se diagnostica cuando la acumulación de grasa en forma de triglicéridos en los hepatocitos supera el 5% sin inflamación, fibrosis o un consumo excesivo de alcohol (más de 30 gramos al día).
Esta enfermedad no alcohólica es muy común, con una prevalencia del 20 al 30% en la población general y del 60 al 80% en poblaciones de riesgo. Se ha convertido en un problema de salud relevante que requiere acciones específicas para su detección, diagnóstico, seguimiento y tratamiento.
El diagnóstico de la enfermedad por hígado graso no siempre es sencillo, ya que a menudo no presenta síntomas evidentes. Sin embargo, un médico puede sospechar de esta enfermedad si encuentra resultados anormales en pruebas hepáticas realizadas por otras razones. Para realizar un diagnóstico preciso, su médico utilizará su historia clínica, realizará un examen físico y solicitará varias pruebas, como análisis de sangre y ultrasonido.
¿Cómo se puede prevenir el hígado graso?
La prevención juega un papel fundamental en la salud del hígado. El ejercicio físico, además de ayudar a mantener un peso adecuado y saludable, ofrece beneficios específicos para la grasa hepática; mejora la resistencia a la insulina, incluso sin una pérdida de peso asociada.
Se recomienda realizar ejercicios de fuerza de moderada a alta intensidad durante 30 a 60 minutos, de 3 a 4 veces por semana, así como ejercicio aeróbico como caminar, correr o nadar, durante unos 150 a 200 minutos a la semana.
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Recuerda que siempre debes consultar con un médico para determinar el tratamiento correcto para cualquier síntoma que presentes.
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